Ruta Los Molinos de Bimenes. Asturias.

16 de Enero del 2009.
En el pueblo de La Llera está el comienzo de la ruta P.R. AS141.
Comienzas atravesando un riachuelo por un puente y te adentras en una zona boscosa bastante densa aunque en la época en la que nosotrotros fuimos ya no quedaba nada de hoja en los árboles exceptuando alguna especie de hoja perenne como el acebo, que abunda por esta zona. Si te gustan los árboles aquí contemplarás especies de bosque de ribera y de montaña como alisos, avellanos, castaños, hayas, robles...




Al ser una zona muy húmeda en invierno hay gran cantidad de barro y hojas durante todo el camino. También contribuye a que el terreno esté muy blando el contínuo paso del ganado de algunas de las granjas de los pueblos que rodean el bosque de nustra ruta. Por esto te recomendamos calzado adecuado para tu mayor comodidad.
A lo largo de la ruta verás los restos de antiguos molinos de agua acompañados del rumor contíuo y relajante del agua corriendo por el río. Hay también unas cuantas cascadas y puentes de madera preciosos para sacar fotos o simplemente disfrutar del entorno.



Hacia el final la ruta se abre paso el pueblo de Velía. El camino húmedo de piedra discurre través de prados verdes, pastizales de vacas, en los que hay algunas puertas que dan un toque de color al paisaje por estar pintadas de colores llamativos por sus dueños .

El Tabayon del Mongallu. Asturias.

9 de Noviembre del 2008.
En cuanto llegas al pueblo de Tarna encuentras el cartel que te indica la ruta P.R. AS-60.
Comienza el ascenso por un camino sencillo rodeado de bosque y pradería y en otoño sembrado de hojas.



Encontrarás zonas de la ruta por donde hay que pasar literalmente sobre pequeños riachuelos que bajan de la montaña poniendo música a cada curva del camino.


Atravesarás bosques de hayas y robles de gran belleza, tesoro abundante en todo el Parque Natural de Redes.



Te sorprenderás cuando, de repente, encuentres la imagen del valle de pradería y bosque, rodeado de altas y oscuras montañas nevadas donde cae, desde hace miles de años, la cascada encantada del Mongallu.


Una delicia para los sentidos.